A punto de concluir la exposición Rojo Mexicano. La grana cochinilla en el arte el próximo 4 de febrero, se realizó la última charla en torno a esta muestra que se presenta en el Museo del Palacio de Bellas Artes y la cual tuvo al retrato como su protagonista.
El historiador del arte Óscar Humberto Flores fue el encargado de dictar la conferencia “El retrato como ícono del poder”, en la cual destacó que se trata de un género pictórico con cuadros paradigmáticos y que ha tenido distintos significados a lo largo de la historia.
En el área de Murales del recinto de mármol, el especialista del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comentó que el retrato es uno de los géneros más antiguos, pues data desde los inicios de las primeras civilizaciones, que ha gozado a lo largo del tiempo de un gran éxito.
Aunque hay retratos de grandes personajes como reyes y papas, también hay muchos en los que ni siquiera se sabe la identidad de los personajes, además de una tercera variante, los autorretratos que los artistas se hacen de sí mismos y que desde inicios del arte han tenido una importancia trascendental.
Sin embargo, Óscar Flores aseguró que fue en la época del Renacimiento cuando este género se consolidó y obtuvo el prestigio que aún hoy conserva.
La Mona Lisa, dijo, es el retrato por excelencia y un hito, pues marcó un antes y un después en la forma de hacer retratos, ya que influyó en muchos de los pintores de su época y de periodos posteriores, por ejemplo en cuestiones como la postura y la técnica del sfumato, la difuminación para crear un efecto atmosférico.
La importancia que tiene el retrato, precisó el especialista de la UNAM, queda manifiesta en el hecho de que de los 20 cuadros que aún se conservan de Leonardo da Vinci, la mayoría son retratos, entre los cuales hay obras maestras como La dama del armiño.
En cuanto al color, Óscar Flores comentó que el rojo no es el único color asociado al poder y la riqueza, pues también el dorado, el azul y el blanco, se utilizaban para dar realce a los personajes, sobre todo reyes y clérigos.
De hecho, apuntó, en los siglos XV y XVI el color más precioso era el azul y una pintura era más rica si lo tenía, ya que este pigmento se extraía del lapislázuli y no de insectos y semillas como el rojo.
El especialista detalló además que hay otras modalidades de retrato: el que forma parte de composiciones más ambiciosas, donde el personaje no aparece aislado como en una foto, así como el devocional y el de consortes, donde el Retrato del matrimonio Arnolfini de Jan Van Eyck es una de las obras maestras.
En materia de autorretratos, el de Alberto Durero realizado en el año 1500 también fue un hito en la historia del arte, ya que no cualquier pintor se retrataba en la misma forma como era representado Cristo por otros artistas de esa época.
El retrato forma parte importante de la exposición Rojo mexicano. La grana cochinilla en el arte que, inaugurada el 9 de noviembre de 2017, presenta 70 piezas provenientes de colecciones nacionales e internacionales en las cuales aparece el rojo extraído del insecto mesoamericano.
Obras emblemáticas como La recámara de Van Gogh en Arlés y La deposición de Cristo, de Tintoretto, que por primera vez se presentan en nuestro país, estarán en exhibición en esta muestra hasta el domingo 4 de febrero.