En Asgard, hogar de los dioses nórdicos, Fenrir, hijo de Loki y Tyr, hijo de Odín, han crecido como hermanos. Sobre Fenrir, el dios lobo, pesa la profecía de devorar a Odín, para desatar el fin del mundo o Ragnarök. Tyr tendrá que detener al lobo cuando se rebele contra su padre contraviniendo al destino.
Esta es la historia de la pieza teatral Fenrir: el dios lobo, que presenta por la Secretaría de Cultura a través de la Coordinación Nacional de Teatro del INBA y la compañía Teatrapos, internará al público adolescente a los escenarios y mitos de la cultura nórdica antigua.
Escrita por Yafté Arias, bajo la dirección de Andrea Cruz y con la actuación Mariana Morado, Omar Esquinca, David del Águila, Hugo Rocha y Jorge Escandón, encarnando a los populares Odín, Loki, Hela, Balder, Vidar y Hendaran, ofrecerá su primera función el lunes 3 de septiembre, a las 20:00 horas, en el Teatro el Granero, Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque.
“Lo que van a ver es una versión muy nuestra sobre el mito, dado que los nórdicos no eran muy organizados al registrar su mitologías”, adelantó el dramaturgo Yafté Arias, quien aseguró que para escribir la obra se realizó una investigación bastante amplia con el apoyo de textos de especialistas como el mitólogo Joseph Campbell.
Para esta, la primera parte de una trilogía sobre mitos nórdicos, se intentó hacer un equilibrio entre lo imaginario y lo heroico, recurriendo a estructuras clásicas para explicar quién es quién dentro de la historia y la interrelación entre sus personajes. “Todo está narrado de manera épica, pero estructuralmente, para que funcione dentro del montaje, metemos fisuras de teatralidad en la estructura fantástica”, describió su autor.
Fenrir: el dios lobo, tiene como temas centrales “al padre cuya su ausencia o presencia, moldea la personalidad de un joven y cómo alguien que no es tu hermano de sangre puede ser más cercano que tu propia familia”, explicó la directora de la puesta, quien recordó que estás situaciones muy recurrentes en los jóvenes de la capital del país.
La obra también representa un ritual de transición en el que el niño pasa de golpe a la adultez, ya que, como lo explica Andrea Cruz, “en las culturas antiguas no se tenía el concepto de adolescencia; los nórdicos al igual que los aztecas y algunas tribus africanas tenían rituales de transición para cambiar de niño a hombre”.
Este montaje enfocado a un público de entre 12 y 18 años, muestra la serie de cambios, tanto físicos y psicológicos, que viven sus protagonistas, que llevarán a los adolescentes a una confrontación consigo mismos, acompañados también por una suerte de trance inducido por la producción sonora de Óscar Kogsni, quien de una manera ritual plantea elementos percutivos continuos y repetitivos.
El montaje se apega a los arquetipos y a las historias del mito original, con momentos de ficción y batallas en movimiento, que lo hacen muy atractivo para los jóvenes. Se trata de una puesta con mucho trabajo físico y de precisión, para lo cual sus actores han llevado entrenamiento con especialistas en el uso de armas nórdicas, explicó el actor David Del Águila.
Como todos los trabajos de la compañía teatral, en esta puesta intervienen diversos objetos, como los títeres realizados por Héctor Patiño, y la máscara de Balder, obra de la artista Carolina Pimentel.
Fundada en 2012, Teatrapos está integrada por jóvenes dramaturgos, actores y directores profesionales, que tienen como apuesta principal el formar nuevos públicos para el teatro infantil y juvenil. Dedicada a la creación de espectáculos con títeres, objetos, música y actores, hasta el momento se ha presentado en la Ciudad de México, Querétaro, Oaxaca, Morelos, Quintana Roo, el Estado de México y Argentina.
Fenrir: el dios lobo ofrecerá temporada del 3 de septiembre al 6 de noviembre, los lunes y martes, a las 20:00 horas, en la en Teatro El Granero, Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque, ubicado en Paseo de la Reforma y Campo Marte S/N, en la colonia Chapultepec Polanco de la Ciudad de México.