El precio del gas licuado de petróleo (LP), combustible que utilizan siete de cada 10 hogares mexicanos para calentar agua y cocinar alimentos, se encareció 40 a casi el 50% por ciento en 2017.
Fue el primer año en el que los precios de los combustibles dejaron de estar regulados por el gobierno y fluctuaron según las condiciones del mercado.
El gas doméstico se disparó a lo largo del año pasado a la par que la producción de crudo tocó mínimo histórico y la de gas LP también decreció.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado (Amexgas), más de 90 millones de mexicanos consumen gas LP, y actualmente el consumo residencial per cápita es de 74 kilogramos al año.
Si se comparan enero y diciembre de 2017, meses para los que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) da cifras más detalladas, el precio por litro en auto tanque (cisterna) pasó de 8.10 a 10.12 (0.44 a 0.55 dólares), o 24.9% más.
El precio del gas en el caso del cilindro pasó de 15.02 a 18.82 pesos (0.81 a 1.01 dólares), 25.3 % más.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), desde la segunda quincena de diciembre de 2016 a la primera de 2018 los precios en gas LP —que se consume en 75% de los hogares mexicanos— aumentó 49.5% en algunos casos.