POR MINO D’BLANC
La talentosa actriz Adriana Moles regresa al Teatro NH de la Zona Rosa, en la ciudad de México, con su monólogo dentro del ciclo “Divas de Corredor”, conformado por cinco obras (algunas de cabaret, otras en el subgénero de comedia Stand Up), creado por la productora Olivia Ortiz de Pinedo.
Tito Vasconcelos creó el teatro en dicho hotel, en el que la obra de culto que luego llegó al circuito comercial de la mano de la maestra Ortiz de Pinedo.
Moles comenta: “Esto no se ve todos los días en el teatro, mucho menos en la televisión”. La actriz asevera que esta reunión de talento femenino es un buen síntoma de la industria del entretenimiento: “se están rompiendo esquemas. Estamos en la era de la caída de la televisión y todo parece confuso. Las televisoras independientes tampoco han logrado dar su golpe maestro y todo se está recomponiendo. El teatro no es ajeno a este proceso; el público exige propuestas cada vez más frescas, entre ellas, las que mejor respuesta tienen son las que rompen la cuarta pared. Es decir, aquellas en las que se permite al espectador interactuar con los actores, reflexionar y preguntarse cosas juntos. Y en el cabaret no hay cuarta pared. Es algo propio de este género y que permite debatir los puntos de la obra”.
“Divas de Corredor” se trata de la historia de Madame Bijoux, una diva que platica la historia de su exitosa carrera de actriz; exitosa en cuanto a castings, porque aunque se ha presentado a muchísimas de estas pruebas, la verdad es que nunca ha ganado un personaje. Este espectáculo lo creó Adriana Moles junto con el músico Isaac Bañuelos, como parte de su trabajo en el Centro de Estudios del Humor Zirka. “Es una obra que habla, desde un enfoque entrañable, de la cultura del éxito; demuestra que el éxito no siempre es sinónimo de talento”, dice Moles.
De manera natural, cuando se planeó el ciclo de monólogos “Mujeres poderosas”, Olivia Ortiz de Pinedo incluyó a Moles.
Las otras cuatro obras que forman parte de este proyecto son “De príncipes, princesas y otros bichos” de Paola Izquierdo, “La Pritty Guoman” de César Enríquez, “De Botas las Votox” de Paola Madrigal y “La verdura carnívora” de Abril Mayett. Cada uno de estos monólogos se presentará de manera salteada durante dos viernes a partir del 12 de enero. “Divas de Corredor”, que cierra el ciclo, podrá verse el 9 de febrero y el 16 de marzo.
Todas las obras tienen en común, además de utilizar la rosa como arma para enfrentar su dura realidad, que rompen con la cuarta pared. Adriana Moles tiene muy clara la trascendencia de esta característica: “La gente está cansada de no ser tomada en cuenta. Parece que en ningún lado vale su opinión. Pero de repente va al teatro y se le permite participar, debatir, reflexionar; eso se convierte en algo muy importante”, discierne la actriz.
La risa es el arma que usa la obra para entretener al público, su objetivo no es banal, sino lo contrario: “La gente está cansada de no ser tomada en cuenta; parece que en ningún lado vale su opinión. Pero de repente va al teatro y se le permite participar, debatir, reflexionar; eso se convierte en algo importante”, pronuncia Moles, para quien el mensaje de “Divas de Corredor” es muy claro: “Me he dado cuenta que es un tema universal; a todos nos obliga al éxito y todos podemos convertirnos en divas”, profundiza.
Detrás de todo esto, hay un trabajo de adaptación, a lo que la intérprete histriónica puntualiza: “Creo que el cabaret se está posicionando porque engloba un poco la comedia del arte, el bufón, la carpa. Hay un nivel de invitación para formar conciencia en el público” y finaliza contundentemente: “Vivimos en un mundo tan automatizado y homogeneizado que resulta especialmente gratificante sentarte a reflexionar sobre temas que te importan y dejan de vivir como autómatas”.