Ottawa.- El gobierno del primer ministro, Justin Trudeau, prevé divulgar un paquete de compensación para la industria nacional del acero y el aluminio, a fin de atenuar los efectos por la disputa comercial entre Canadá y Estados Unidos.
El anuncio oficial estará a cargo de la ministra de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland en la ciudad portuaria de Hamilton, Ontario, corazón de la producción de acero del país y hogar de aproximadamente un tercio de los 23 mil trabajadores de dicho sector.
Se espera que la jefa de la diplomacia esté acompaña por el ministro de Innovación, Ciencia y Desarrollo Económico, Navdeep Bains, y la titular de Empleo, Patty Hajdu, precisó un comunicado oficial.
Las medidas representan una respuesta directa a la decisión del presidente, Donald Trump, quien el 1 de junio ordenó elevar los aranceles a las importaciones de acero (25 por ciento) y aluminio (10 por ceiento) de Canadá, México y la Unión Europea.
En respuesta, Ottawa impondrá a Washington, a partir del 1 de julio, aranceles por un valor de 16 mil 600 millones de dólares a materias primas y productos tan disímiles como el propio aluminio y acero, barriles de cerveza, whisky, papel higiénico y hasta lacas para el cabello.
Nuestro reclamo al gobierno siempre ha sido que esperamos que los aranceles canadienses sean verdaderamente recíprocos para proteger a productores y los empleos en este país, señaló Joseph Galimberti, presidente de la Asociación Canadiense de Productores de Acero.
Si se aplica un gravamen de 25 por ciento al acero canadiense, tiene que ocurrir igual con el metal de Estados Unidos que ingrese a nuestro territorio, amplió.
Ken Neumann, director del sindicato Trabajadores Unidos del Acero, respaldó la postura del ejecutivo de Trudeau.
Somos una nación soberana. Hemos vivido según las reglas, no somos tramposos ni manipuladores. Es importante que el gobierno envíe un claro mensaje a Washington; y vamos a luchar porque (los aranceles estadounidenses) son una mala idea y es ilegal, enfatizó.
Algunos medios de prensa estimaron que el paquete de compensación será de alrededor de 847 millones de dólares canadienses -unos 640 millones de dólares estadounidenses-, similares a los otorgados a la industria maderera.
A mediados del año pasado, el gobierno estadounidense elevó hasta en un 24 por ciento los gravámenes a la importación de madera aserrada desde Canadá, acción rechazada por el ejecutivo de Trudeau y gobiernos provinciales.
Solo en Quebec el sector forestal representa 60 mil empleos, mientras que aproximadamente el 90 por ciento de las exportaciones de madera de la provincia francófona tienen como destino a Estados Unidos.
Recientemente, representantes de compañías siderúrgicas, fabricantes y de sindicatos de trabajadores del acero exhortaron al gobierno de Trudeau a mantenerse firme ante las presiones arancelarias y políticas proteccionistas de Estados Unidos.