Washington.- Una gran coalición de grupos empresariales estadounidenses pidió a los senadores apoyar un proyecto de ley destinado a intensificar la supervisión del Congreso sobre los planes del presidente, Donald Trump, de imponer tarifas comerciales.
En total, suman 273 las organizaciones nacionales, estatales y locales que expresaron su apoyo a la legislación encabezada por el senador republicano Bob Corker, la cual requeriría que el mandatario presente al Congreso las propuestas arancelarias que quiera aplicar bajo el argumento de amenazas a la seguridad nacional.
Las comunidades de negocios y agricultura de Estados Unidos están profundamente preocupadas de que el uso irrestricto del presidente de la sección 232 para avalar aranceles no sea de interés nacional, señalaron esas entidades en una misiva dirigida a la Cámara Alta.
De acuerdo con los firmantes, está cada vez más claro que los aranceles a las importaciones de acero y aluminio aprobados por Trump, incluso para los principales socios comerciales del país, provocarán medidas de represalia que tendrán un impacto económico negativo grave.
La coalición, integrada por 51 grupos comerciales nacionales, entre ellos fabricantes de automóviles, calzado, cerveza y juguetes, y 222 cámaras estatales y locales, señaló que la Constitución le otorga al Capitolio la autoridad para regular el comercio y recaudar impuestos, incluidos los aranceles.
Según el texto, citado por el portal digital The Hill, las circunstancias actuales ponen de relieve la necesidad de que el Congreso garantice que la autoridad se utilizará en el interés nacional general.
La administración Trump desató lo que algunas fuentes consideran una guerra comercial al anunciar en marzo pasado nuevas tarifas a las importaciones de acero y aluminio, las cuales entraron en vigor el 1 de junio para socios como la Unión Europea (UE) México y Canadá, beneficiados antes por exenciones.
A ello se une que Trump confirmó el 15 de junio aranceles del 25 por ciento a importaciones de productos chinos por valor de 50 mil millones de dólares, para luego amenazar con gravámenes adicionales a mercancías procedentes del gigante asiático por valor de 200 mil millones de dólares.
También pidió una investigación acerca de si se necesita un arancel del 25 por ciento para las compras de automóviles y autopartes provenientes de la UE, también con la justificación de la seguridad nacional.
Como represalia, tanto China como el bloque comunitario, además de México y Canadá, anunciaron medidas recíprocas, algunas de las cuales deben entrar en vigor en la primera semana de julio y preocupan a las empresas norteamericanas.