Durante millones de años caminamos descalzos, y nuestro cuerpo permanecía siempre en contacto con la tierra.
Hoy, sin embargo, llevamos zapatos, caminamos sobre asfalto y vivimos en edificios altos. Literalmente, nos hemos desconectado de la tierra.
En este artículo explicamos los beneficios de reconectar con la naturaleza y cómo aprovecharlos.
La teoría
La superficie de la tierra, y en general la naturaleza, es una gran red eléctrica, con una ligera carga negativa Cuando nuestra piel entra en contacto con la superficie terrestre absorbemos electrones, que nos ayudan por ejemplo a neutralizar radicales libres
¿Qué nos dice la ciencia?
Aunque hay todavía pocos estudios sobre el concepto de earthing o grounding, los resultados son prometedores:
- Reduce la viscosidad de la sangre un factor de riesgo en el desarrollo de aterosclerosis
- Reduce la inflamación además de mitigar el dolor
- En deportistas, el grounding reduce el daño muscular y acelera la recuperación
- Regula el sistema nervioso autónomo, mejorando por ejemplo la variabilidad de la frecuencia cardíaca
- Mejora el estado de ánimo
- Regula varios procesos fisiológicos, como el control de la glucosa en pacientes diabéticos o la presión arterial
- Genera un efecto positivo en la actividad eléctrica del cerebro
- Mejora el sueño y reduce los niveles de cortisol nocturno
Veamos algunas ideas para reconectar con la tierra.
1. Caminar descalzo forma más sencilla y directa de experimentar los beneficios de reconectar con la tierra es quitarse los zapatos y caminar descalzo.
No sirven las sandalias ni el calzado minimalista. Tu piel debe estar en contacto con el suelo. Sal al jardín con frecuencia o vete al parque y quítate los zapatos. Si te tumbas sobre el suelo aumentarás la superficie de contacto, y por tanto el potencial beneficio.
La playa es también un buen lugar para caminar descalzo sin atraer miradas raras, y podrás además sumergirte en el agua.
2. Bañarse en la naturaleza
mar es una excelente fuente de electrones, pero también sirven ríos, lagos o aguas termales. Al estar completamente sumergido tienes mucha más exposición de tu piel a la naturaleza.
No es casual nuestra atracción por estas grandes masas de agua, y esta recarga de electrones explica, en parte, su efecto relajante.
3. Usar equipos de grounding
Por desgracia, la vida moderna ofrece pocas oportunidades para reconectar con la naturaleza, pero la tecnología ofrece alternativas.
Múltiples vendedores ofrecen distintos tejidos que simulan la superficie terrestre, al conectarse a la toma de tierra de cualquier enchufe.
Existen sábanas o mats que te permiten aprovechar los beneficios de la conexión terrestre mientras duermes o trabajas.
La mayoría de los estudios se realizan con estos dispositivos, al permitir controlar el efecto placebo. Todos los sujetos se tumban por ejemplo sobre las mismas sábanas, pero unas permanecen conectadas a la toma de tierra y otras no.
Dicho esto, no reemplazan todos los beneficios de la conexión real con la naturaleza, y habrá que esperar estudios más fiables.
En resumen, evolucionamos en un entorno salvaje, y nuestros genes se benefician de reconectar con su hábitat natural. Esto no es un alegato contra el desarrollo. Los entornos urbanos tienen sin duda muchos beneficios, pero debemos entender que su diseño afecta nuestra salud. Sufrimos lo que algunos llaman desorden por déficit de naturaleza, y esta carencia solo se cura con vitamina N. N de naturaleza. Necesitamos más árboles y menos asfalto, más césped y menos centros comerciales, más plantas y menos pantallas.»