Este 28 de febrero en el Zócalo de la Ciudad de México se realizará un homenaje como jefe de Estado para Cuauhtémoc, el último huey tlatoani mexica, a 500 años de su muerte.
La ceremonia en la Plaza de la Constitución, que tendrá la categoría de funerales de Estado, estará encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, en punto de las 10:00 horas.
Cuauhtémoc fue ejecutado en 1525 por una falsa acusación de conspiración de las huestes lideradas por Hernán Cortés, que cuatro años antes, el 13 de agosto de 1521, habían tomado Tenochtitlán.
Cuauhtémoc, hijo de Ahuízotl y primo de Moctezuma Xocoyotzin y Tecuichpo, al llegar ésta a la nubilidad. Cuando asumió el poder, los conquistadores ya habían sido expulsados de Tenochtitlan, pero la ciudad estaba devastada por el hambre, la viruela, y la falta de agua potable.
Cuauhtémoc llegaba a este momento tras haber sido tlakatekohtli (jefe de armas) de la resistencia a los conquistadores dado que, desde la muerte de Moctezuma previo a la llamada por los españoles “Noche Triste”, se le identifica como líder militar de los mexicas.
En 1524, Cortés emprende viaje a las Hibueras (Honduras), durante el cual Cuauhtémoc es ahorcado, bajo la acusación de conspirar para provocar un levantamiento contra los españoles.
No se tiene certeza ni del sitio ni de la fecha exacta de cuando murió Cuauhtémoc. Los dos testigos presenciales de los hechos que dejaron testimonios escritos, Hernán Cortés y Bernal Díaz del Castillo, no precisaron ambos datos.
Habían pasado cuatro años desde el fin del sitio de Tenochtitlan, y quizá los mismos desde que se torturó quemándoles los pies a los caciques a los que ahora se ejecutaban. Tanto las fuentes españolas (Bernal Díaz) como las indígenas cuestionan los motivos aducidos por Cortés. Según Prescott, el propio Mexicalcingo negó posteriormente haber narrado la historia de la conspiración tal como la reflejó Cortés en su quinta carta al emperador.
Cuauhtémoc es uno de los personajes más reconocidos por los mexicanos como héroe nacional. En todos los rincones de México su nombre se usa en toponimia y onomástica, y su imaginada efigie aparece en monumentos, que hacen alusión a su coraje en la derrota, al pedir la muerte por el puñal de Cortés, o en el tormento, al reclamar estoicismo a sus compañeros de tortura.
El poeta mexicano Ramón López Velarde lo designa como el joven abuelo de México, y lo califica como único héroe a la altura del arte.