Al respecto destacaron, que quienes integran el Grupo Renovación, reconocen y aceptan el fallo, aunque están ciertos que en Puebla fue una elección de estado y con muchas irregularidades.
Externaron su respeto por las instituciones de la república y por la decisión que fue indubitable, contundente e indeclinable, siendo las leyes electorales federal y local claras, al no admitir otra interpretación alguna.
Por otra parte, aseguraron que los estatutos del PRI son contundentes y específicos, y, en términos generales, los tres ordenamientos son coincidentes en cuanto a las determinaciones que contienen para permitir a un partido político elegir en determinadas circunstancias a una nueva dirigencia.
Aseguraron que habiendo finalizado el proceso electoral, el CEN dl PRI, tiene la obligación ingente e inaplazable de emitir la convocatoria para que los priistas poblanos puedan elegir a una nueva dirigencia, a través de un método democrático que privilegie la unidad acorde con lo estipulado en esos mismos estatutos y en el reglamento para la elección de candidatos y dirigentes.
Señalaron que la convocatoria deberá emitirse en los próximos sesenta días y el hecho de aplazar, diferir o todavía peor, obstaculizar dicha renovación sería un grave desatino, resultando un inútil, innecesario y desproporcionado agravio a la militancia.
Reiteraron que el grupo está integrado por verdaderos militantes, que propondrá en su momento a destacados priistas para que compitan por la Presidencia y Secretaría General, respectivamente, por ser ejemplo de pundonor partidario, poseedores de una sólida formación ideológica y de una trayectoria política y administrativa.
Se pronunciaron en contra de quienes quieren seguir controlando al partido, y al mismo tiempo formar parte de un gobierno de coalición, lo que implicará reducir al PRI a una mínima expresión y no sería un partido de oposición, sino de sumisión.
Establecieron que sería simple y sencillamente un despropósito que la dirigencia nacional hiciera caso omiso a su demanda ante los tiempos de contubernios vergonzantes, simulaciones oprobiosas y de actitudes soberbias e indignas.
Coincidieron en señalar que la realidad política de la nación y del partido, requieren de una dirigencia nacional sensible, cercana a la militancia, atenta a las demandas de la misma y ágil para resolver las demandas, por lo que esperan que el CEN y en especial su presidenta, esté a la altura de las circunstancias del partido que preside.
Presidieron: Alberto Jiménez Merino, Jorge Arroyo García, Valentín Meneses, Humberto Aguilar, Juan Manuel Vega y Alberto González.