Un pequeño grupo de mujeres y niños, menos de una veintena, del Viacrucis Migrante, ingresaron a Estados Unidos y de ellos 11 fueron procesados por las autoridades migratorias de ese país, trascendió aquí.
Fue la primera vez que miembros de la caravana recibieron autorización para presentar sus documentos en la garita fronteriza de San Ysidro, California, del otro lado de Tijuana, estado mexicano de Baja California.
Decenas de caravanistas siguen junto a la barda fronteriza donde incluso pasaron la noche bajo el frío de esa zona desértica de la frontera.
Ellos recorrieron más de tres mil kilómetros desde el sur de México, en un esfuerzo que cobró notoriedad por las amenazas del presidente Donald Trump, incluso contra el gobierno mexicano, cuyas leyes migratorias criticó.
El ingreso de unos pocos miembros de la caravana produjo exclamaciones de júbilo entre los cientos de centroamericanos, aunque antes el Departamento de Justicia de EE.UU. anunció lo que calificó como los primeros procedimentos penales contra al menos 11 migrantes acusados de entrada ilegal al país.
La mayoría de los integrantes del Viacrucris alegan ser víctimas de la violencia y amenazas de pandillas callejeras en sus países de origen.