Beijing.- China advirtió a Estados Unidos que si insiste en la escalada proteccionista, quedarán sin efecto los acuerdos consensuados en sus negociaciones para resolver el diferendo comercial y económico sin perjudicar los intereses de cada país.
Al término de la tercera ronda de consultas bilaterales,el gigante asiático llamó a Washington a abstenerse de imponer sanciones y más tarifas unilaterales sobre sus importaciones, porque echará por tierra lo pactado para frenar una guerra en este terreno.
La delegación china indicó que aunque en el encuentro de ayer y hoy hubo buena comunicación, avances concretos y positivos, la resolución final del diferendo debe sustentarse en el principio de no confrontación.
‘Nuestra postura es la misma (…) debemos movernos en una misma dirección y no desatar una guerra comercial’, enfatizó en un comunicado.
También puntualizó que la reforma, la apertura y la ampliación del mercado doméstico son estrategias nacionales y China está lista para aumentar las importaciones desde otras naciones, incluida Estados Unidos, a fin de satisfacer las demandas del pueblo y los requisitos de desarrollo de alta calidad.
De esa manera -añadió- habrá beneficios para todos lados.
Las dos potencias desarrollaron aquí sus negociaciones, en pleno resurgimiento de las tensiones, porque Washington rompió uno de los acuerdos pactados en la cita anterior.
Esta vez el equipo norteamericano lo encabezó el secretario de Comercio, Wilbur Ross, mientras el anfitrión estuvo como siempre el viceprimer ministro Liu He, principal asesor económico del presidente, Xi Jinping.
La anterior reunión terminó con varios consensos, los principales de ellos, fueron no desatar una guerra comercial y cesar de imponerse mutualmente alzas arancelarias sobre las respectivas importaciones.
Pero este 30 de mayo, la administración del presidente Donald Trump rompió lo pactado 10 días antes y anunció tarifas del 25 por ciento -con un valor de 50 mil millones de dólares- sobre productos del gigante asiático que contengan tecnología de importancia industrial, incluidos los relacionados con el plan ‘Hecho en China 2025’.
Ese proyecto es la apuesta gubernamental por mantener un crecimiento sostenido basado en la innovación y la alta calidad.
Al incremento unilateral de gravámenes lo acompañan barreras a las inversiones y a las importaciones chinas vinculadas con el sector tecnológico, lo cual echa por tierra el consenso alcanzado para aumentarlas en ambos sentidos.
Para Beijing se trató de un movimiento sorpresivo y contradictorio.
Aunque urgió a Washington a respetar la reciente declaración bilateral, actuar conforme a lo estipulado por voluntad propia de cada gobierno y se declaró abierta a negociar, le reafirmó que tiene confianza, capacidad y experiencia para defender los intereses del pueblo.