Con su exposición Desplazamiento del límite. Una especulación sobre las políticas del cuerpo, la artista Gabriela Gutiérrez Ovalle (Ciudad de México, 1961) reflexiona sobre cómo los límites naturales y artificiales restringen el cuerpo humano, y cómo los individuos con actividades como la minería, intervienen los límites que les rodean.
La muestra alojada en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, concluirá su periodo de exhibición el próximo domingo 28 de enero. Se compone de tres trípticos pictóricos, una escultura-instalación y una video-instalación, las cuales establecen un diálogo con el espacio de las salas del recinto ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Gabriela Gutiérrez Ovalle comentó en entrevista que el montaje tiene como elementos el color rojo, la materia, los ritmos, y las ideas de la marca y de la impronta.
“Mi propuesta plantea que el espectador realice lecturas y formas diferentes de mirar y de acercarse a una obra aparentemente bidimensional pero que en las salas se plantearon como elementos tridimensionales que aluden la idea de límite e imposibilidad”.
Los trípticos producidos entre 2015 y 2016, explica, se conectan con la escultura-instalación Acerca del cuerpo (2009) hecha con miles de cabellos tejidos.
“Las piezas abordan las formas en que los límites tanto corporales como sociales se desplazan y se mueven de lugar, a través de elementos sintéticos con una carga simbólica concentrada”.
Abundó en que los trípticos y las instalaciones se conectan al crear una especie de trama a través de la repetición obsesiva que a su vez hacen un señalamiento a las formas elementales que pueden existir en cualquier trozo de cabello individual que por sí mismo ofrece una cantidad de conocimiento sobre un cuerpo.
Detalló que el tríptico alude a la violencia que se vive de forma cotidiana en el país, cuyas marcas se pueden ver de forma cercana o con cierta lejanía, mientras que la escultura-instalación Acerca del cuerpo fue creada como un proyecto de colectivización, de compartir experiencias, saberes y situaciones.
Sobre la video instalación Detonaciones (2017) el espectador observa lo que sucede en la Tierra al detonarse en ella una serie de explosiones. Con la obra, la artista plantea la violencia que las personas pueden ejercer sobre la tierra.
“Se están socavando los recursos, lo que termina siendo no solo una afectación a lo topográfico, sino a la vida muchas veces de comunidades del país, que tienen que desplazarse porque alteran todo su sistema ecológico. Es una manera de aterrizar la arbitrariedad con la que el ser humano se toma las atribuciones para llevar a cabo este tipo de acciones, en las funciones de llenar las arcas de unos pocos”, explicó.
Recalcó que las acciones de los seres humanos inevitablemente afectan o afectarán de una manera u otra.
“Lo sucedido no puede ser borrado y el arte no puede hacer de cuenta que no está ahí nuestra historia personal, nuestras circunstancias, ni nuestro contexto geo-socio-político. La práctica artística es una manera de entrar en contacto con esto e intentar transformarlo a través de la consciencia”.
Sobre el por qué su interés en abordar temas como la violencia, la frontera, y el cuerpo en su propuesta artística, Gabriela Gutiérrez Ovalle señala que es por necesidad.
“Uno quisiera tener respuestas o soluciones a ciertos problemas, pero por lo menos uno tiene que señalarlos y decirlos en esta realidad, a pesar de que uno vive es muchas veces solitario, pues no se puede dejar de filtrar una realidad que está afectando nuestra existencia cotidiana”.
A días de que concluya la muestra Desplazamiento del límite. Una especulación sobre las políticas del cuerpo, Gabriela Gutiérrez Ovalle invita al público en general a visitarla y experimentarla.
El Antiguo Colegio de San Ildefonso se ubica en Justo Sierra 16, Centro Histórico. Horarios: martes de 10:00 a 20:00 horas; miércoles a domingo de 10:00 a 18:00 horas. Admisión general $50. Estudiantes y maestros con credencial vigente $25. Los martes la entrada es libre.