Mientras sectores de poder económico lo critican, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador defendió la decisión de cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), en Texcoco.
Mediante un video divulgado en las redes sociales, Obrador sostuvo que detrás del proyecto del aeropuerto en Texcoco, lo que buscaban los inversionistas era apoderarse de los terrenos del actual aeropuerto Benito Juárez, para desarrollar un complejo similar a Santa Fe, distrito comercial y residencial de la alta burguesía mexicana al poniente de esta capital.
Subrayó que no permitirá que intereses personales o de grupo hagan negocios con recursos públicos, sin importar lo poderosos que sean.
A los empresarios les pidió que se serenen y tranquilicen, ya que ya hay otro México. ‘Hay que notificarles a algunos, hay que informarles que ya es otro México y que yo no voy a ser florero, no estoy de adorno’.
Aseguró que el anuncio de la cancelación del proyecto de Texcoco que hizo el lunes generó ataques, pero ‘no pudieron generar inestabilidad’.
Reconoció que hubo un ‘deslizamiento del peso’ (moneda nacional), el cual se va recuperar, pero recalcó que no hubo un devaluación.
‘Cuánto escándalo, cuanta bulla, cuánto ruido, por lo de la consulta del aeropuerto; es una campaña orquestada por los que se sienten afectados’, indicó López Obrador.
Una consulta ciudadana votó a favor del proyecto del presidente electo de mantener el actual aeropuerto de la Ciudad de México, ampliar dos pistas en la base aérea de Santa Lucía, y modernizar la terminal de Toluca, estado de México.
Entre tanto, el director general del grupo financiero BBVA-Bancomer, dijo que la cancelación del NAIM es una mala decisión y genera dudas sobre el Estado de derecho en México.
A su vez Citibanamex, filial del banco estadounidense Citi, auguró en un comunicado ‘un deterioro significativo del marco macroeconómico hacia adelante’.