Lima.- El papa Francisco afirmó en una misa en esta capital que la solidaridad debe vencer a la injusticia, la fraternidad a la degradación y la violencia debe ser callada con las armas de la paz.
El acto litúrgico se realizó en la base aérea de Las Palmas, en el sur de esta capital, ante más de un millón de personas, como cierre de su visita pastoral que comenzó el jueves.
En su homilía, el santo padre se refirió a aquellos que sucumbieron bajo el grave pecado de la corrupción, un tema recurrente en las intervenciones durante su estancia en Perú.
Nuestras ciudades, con las situaciones de dolor e injusticia que a diario sufren, nos pueden generar la tentación de huir, de escondernos, y razones no nos faltan, pues existen individuos que consiguen los medios necesarios para la vida personal y familiar, y eso nos alegra, añadió.
El problema está en que son muchísimos los ciudadanos ‘a medias’ o sobrantes urbanos que están al borde de nuestros caminos, que viven en las márgenes de nuestras ciudades sin condiciones necesarias para llevar una vida digna, y duele constatar que muchas veces son niños y adolescentes, agregó.
Según Francisco, el problema radica en que es cruel e inhumana una sociedad que no logra aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado también interiormente.
Público de todas las edades y de diversas nacionalidades llegaron a la instalación castrense desde muchas horas antes del inicio de la misa y al amanecer había en el lugar unos 800 mil feligreses.
Antes del amanecer centenares de personas se aglomeraron frente a la sede de la Nunciatura Apostólica para saludar al papa, quien poco después de las 08:00 hora local salió al balcón y les dirigió unas breves palabras.