El peso mexicano aparece como la primera víctima de la guerra comercial desatada por Estados Unidos al imponer aranceles a México, Canadá y la Unión Europea, socios hasta hoy.
La última sesión cambiaria de la semana inició con malos augurios para la moneda mexicana, que la víspera fue la más depreciada ante el dólar entre las llamadas emergentes.
El peso cerró en 19.92 unidades por la divisa verde, un retroceso de 11 centavos respecto al día previo.
También la Bolsa Mexicana de Valores resintió perdidas, cual colofón al fin de un mes en el que el mercado accionario retrocedió 7.64 por ciento, el peor desde febrero de 2009.
Hoy entran en vigor los aranceles de Estados Unidos al aluminio y acero mexicanos, que el titular de Economía, Ildefonso Guajardo, estimó que generarán perdidas por cuatro mil millones de dólares.
Pero México no quedó de brazos cruzados: productos estadounidenses como planchas lisas de acero, paletas y piernas de cerdo, arándanos, quesos, manzanas y otros productos quedan bajo gravámenes por igual monto.
Si el peso ya estaba afectado por las turbulencias e incertidumbre en torno a las negociaciones para modernizar el Tlcan, el nuevo frente de batalla abierto por Washington augura días malos para la moneda mexicana.