Autoridades migratorias y efectivos del Ejército mexicano interceptaron un camión con 109 migrantes centroamericanos, quienes eran transportados en condiciones inhumanas.
Los migrantes iban encerrados y presentaba deshidratación y asfixia al momento de ser detenido el camión en una carretera del municipio Hidalgo, en el norteño estado de Tamaulipas.
El conductor del vehículo y un acompañante fueron detenidos.
En el grupo habían 39 menores, 10 de ellos sin compañía de adultos. El resto lo conformaban 55 varones y 15 mujeres, quienes pretendían llegar a Estados Unidos desde el sureño estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala.
De los migrantes 83 son guatemaltecos, 17 hondureños y nueve salvadoreños.
Tras el hallazgo, personal de migración entabló comunicación con autoridades consulares de cada nación de donde son originarios los migrantes y se inició el trámite de traslado a sus países.
Los menores no acompañados quedaron en resguardo de una institución federal de asistencia social.